Retrato del cansino cachorro. Tres recuerdos (y alguno más) con The Band y The Last Waltz.

Esta primavera se ha vuelto a mezclar el álbum de Stage Fright, una oda al R&B y a la vida del artista nómada, gracias a Bob Clearmountain. Con The Band he tenido una epifanía artística que ha definido mucha de mi cultura musical: el gusto por la Historia, las mezclas de estilos, el ir a las raíces (roots, esa palabra tan mágica) y los álbumes conceptuales, además de dosis llenas de emoción e historia.

Siempre me han gustado las novelas y cuentos americanos, y Robbie, Rick y Levon sabían la importancia de hacer buenos relatos melodramáticos, gracias al influjo de grandes «Bobbys» (Bob Dylan y Bobby Charles). Como sería larguísimo hablar de los jefes de The Band, voy a poner tres recuerdos relacionados con mis estudios y ellos. Por eso voy a centrarme en un álbum que para mí fue la piedra angular de mi educación musical, como dije en una de mis primeras entradas. Toca hablar de The Last Waltz y lo que supuso para mí.

Cartel de «The Last Waltz», vía FilmAffinity.

Retrato del cansino cachorro. Tienes que ocultar tu amor

Llegué muy tarde a muchas cosas: a las relaciones de pareja, a conducir, a relativizar cosas, a mi título en Matemáticas… puede que hasta a un puesto de becario. No me arrepiento de ello; las cosas llegan a su debido tiempo, pero me duele la tardía llegada de los Beatles a mi vida. Durante mis últimos años del Grado han sonado mucho y quería recordar mis experiencias en este viaje al pasado.

En los discos de mi padre no figuraban ni en los de mi madre, que los detestaba y se pasaba directamente a Pink Floyd, o los de mi padre, con sus toneladas de New Age y alguna otra cosa prog. Yo era fan de Harrison en su periodo Travelin’ Wilbury y solitario, pero no había profundizado mucho en los demás.

Friday Pin: «Strange Overtones», Whitney

Con el viaje al pasado que me estoy dando con las entradas de Retrato de un cansino cachorro (gracias James Joyce por el título) estoy recordando algunas canciones buenísimas, y pegándome una buena sesión en You Tube previo a redactar la entrada.

Hace poco terminé una sobre David Byrne, del documental que tanto me emocionó, Ride, Rise, Roar, sobre la presentación del trabajo a dúo con Brian Eno Everything that Happens Will Happen Today. Hace poquito los maravillosos Whitney sacaron un disco de versiones de temas de distinto corte, desde soul o R&B como «Rain» al country con «Take Me Home, Country Roads», con participación estelar de nuestra adorada y venerada Waxahatchee. Y entre estas covers está una versión de «Strange Overtones» con unos coros y baterías sincopados al órgano maravilloso.

El aire funky y beat del tema original de Byrne se mantiene intacto, incluyendo unos coros preciosos y unos arreglos de guitarra de lo más delicados. No paséis por alto Candid, un álbum de versiones, sí, pero intachable.

Retrato del cansino cachorro. Mi gran enfermera.

Era creo que abril o mayo, ya hay detalles que se me pasan. En casa había una atmósfera tensa y yo estaba más tiempo en el Telecentro que en casa. Al volver de clases estaba hablando con Noelia, nuestra maravillosa chica del telecentro, imprimiendo unos ejercicios de cálculo numérico y viendo la programación de la 2 ¡Documental de Brian Eno y David Byrne! Tarde, pero tenía buena pinta.

Tenía que hacer los ejercicios que imprimí, pero estaba agotado. Mis padres se estaban peleando otra vez, por décima vez al día. Desde el pasillo mi padre me pedía dinero, porque mi madre no quería ir con él al médico. Llevaban meses insultándose, pegándose, recriminándose cosas, visitas a abogados clandestinos para ambas partes, dinero que se iba a saber qué. Se pasaban las noches peleando, las mañanas de morros y las tardes de enfado.