A riesgo de parecer una página de esas de estafas propias de internet, amado/a lector/a, quiero hacerte una pregunta: ¿te apetece ir de viaje? No hace falta mucho: una muda de ropa interior, unos audífonos o un altavoz para escuchar música y algo de picoteo. Nos vamos a un lugar cercano: la estratosfera.
Categoría: Temáticos
Friday Pin: The Anthology vol. IV
Acabamos julio con una reco de los Friday Pin de estos meses atrás. Como nos decía Cat Stevens que la música nos lleve a los lugares y momentos vividos. La última recopilación la hicimos al acabar el 2020, nuestro año horrible por excelencia.
Hemos pinchado en primavera y en estos meses de verano a Ryan Adams, Kevin Morby, Seiji Ozawa (el mes de febrero y marzo leyendo el maravilloso libro de entrevistas de Murakami), Aaron Frazer, Ted Russell Kamp o Lord Huron.
Friday Pin: «Adagio für Glasharmonika KV 617a», Wolfgang Amadeus Mozart
Desde que nuestra televisión, por algún motivo que desconozco, ha dejado de funcionar bien, paso más tiempo en You Tube. Los vídeos de Jaime Altozano, Ters, Music Radar Clan y los de la serie What’s in My Bag de Amoeba, estoy haciéndome una buena programación nocturna.
En uno de los vídeos de Jaime Altozano hablaba de la armónica de cristal, instrumento diseñado por Benjamin Franklin, y como Mozart compuso algunas obras lúdicas y serias para este instrumento, basado en la reverberación de las ondas acústicas semi-abiertas. Aquí tenemos el adagio KV 617A, que suena tan futurista como mozartiana. Según estudios de la época, el sonido de la armónica de cristal generaba un estado melancólico y depresivo en las personas que tocaban este instrumento, pero nos da un buen feelin para este viernes.
Me chiflan las obras de Mozart, operísticas, serenatas, el Réquiem.… y estos adagios menos conocidos ya van escalando puestos en mis piezas favoritas.
Retrato del cansino cachorro. Tienes que ocultar tu amor
Llegué muy tarde a muchas cosas: a las relaciones de pareja, a conducir, a relativizar cosas, a mi título en Matemáticas… puede que hasta a un puesto de becario. No me arrepiento de ello; las cosas llegan a su debido tiempo, pero me duele la tardía llegada de los Beatles a mi vida. Durante mis últimos años del Grado han sonado mucho y quería recordar mis experiencias en este viaje al pasado.
En los discos de mi padre no figuraban ni en los de mi madre, que los detestaba y se pasaba directamente a Pink Floyd, o los de mi padre, con sus toneladas de New Age y alguna otra cosa prog. Yo era fan de Harrison en su periodo Travelin’ Wilbury y solitario, pero no había profundizado mucho en los demás.
Música que siempre vuelve (IV): popurrí fiestero para el final
Tras tres entradas, quería cerrar esta serie, “Música que siempre vuelve”, con un popurrí de artistas que descubrí la última vez que entré en la página que estamos hablando (a estas alturas ya la tendrás en tus marcadores como favorita). En las escuchas de Spotify o en Itunes, cuando pongo la música en aleatorio, suenan sus discos tarde o temprano de las veces que las he escuchado, como si fuesen un boomerang. Vamos, que siempre vuelven y volverán a mis oídos.
Y ya que es una entrada de cerrada, siguiendo la filosofía de The Band en The Last Waltz o de la maravillosa película de Bret Haley Hearts Beat Loud, vamos a montarnos una fiesta. Han sido unas entradas para mí muy emocionales: no quería redactar una chapa tremenda o soltar una lista anodina de discos que, en mi opinión, tú, lector/a, tienes que escuchar. Recordemos que estamos en un blog, por lo tanto, doy mi opinión y opiniones, como culos, todos tenemos al menos uno (las Kardashian como seis). Quería abrirme un poco y mostrar lo que hace sentirme la música, la alegría de descubrir un artista, la tristeza y apatía en la que me vi durante estos años y como la música me sacó de ella, o los momentos felices acompañados por música. En el fondo, estamos para eso, hablar de música y arte y los sentimientos que nos trasmiten. Y por eso me parece importante que lo escuches, para que sientas lo mismo; bueno, con algo parecido me conformo.
Quería aprovechar la entrada de hoy para dedicársela a Pablo, autor del maravilloso blog El Rasgador y que he tenido el placer de conocer y poder compartir canciones con él. Además de un gusto excelente, su filosofía de buscar canciones que te acompañen en tus pensamientos y la importancia de la música en la vida.
(más…)Entrada para un día de cumpleaños
Bueno, pues entró 2021 y ya tengo 30 años. 30 años, lo digo pero no me lo creo. El año pasado, cuando escribí estas reflexiones mamonas hasta el «Ohio» de Roscón de Reyes, pensaba que estaba a años luz de los treinta, pero ya están aquí. Así que he hecho… francamente, he hecho lo mismo del año pasado, sentarme a escribir a vuela pluma lo que he hecho hoy y a pensar en las cosas y música. Y comer Roscón, por supuesto, para que se me queden pegados los dedos a las teclas.
Colombus Song: canciones para un perro negro, grande y besucón
Literalmente, el mundo se está yendo a la mierda. No hace falta más que tener que salir a la calle, poner las noticias, ver los pop ups de Google, escuchar esa música de la radio (me imagino que hecha para contribuir con la hecatombe universal)… Todo es un caos, y en este apocalipsis vírico, ha llegado a mi familia un amigo fantástico: el bueno de Colombo. Y es justo que se le dedique una entrada.
Es un cachorrín de año y poco, si bien ya lo catalogan los sacos de pienso (cuyo criterio es incuestionable, a riesgo de acabar en una de ellas) como perro adulto. Mezcla de pastor alemán, mezcla de mezcla y mezclado otra vez, pero simpático y cariñoso. Curiosamente tranquilo, como el agua del río Viacaba (que no le gusta), amigable con perros, ovejas, gatos y enemigo de los coches, cabras y las manzanas, salvo que estén mojadas en aceite de hamburguesa.
Dulces musicales (noviembre 2020)
En Santolaya de Cabranes, que es internacional (tú puedes, querido/a lector/a, cogerlo y ponerlo en cualquier sitio del mundo que seguiría rolando con el ambiente de alrededor), celebra en estas dos semanas tanto el magüesto asturiano como Halloween americano. Puede que este año con serias modificaciones por el virus, pero aquí es digno de estudio sociológico como los mayores del pueblo hacen sidra dulce y, sin despeinarse, se visten de brujas para darle caramelos a los niños, disfrazados de héroes de Marvel o Peppa Pig.
Aquí la gente no se queja porque sea una fiesta de Estados Unidos, o Irlanda. Hablamos de personas que tuvieron que irse lejos de Asturias para trabajar, y mucho de lo que vieron lo encajaron en sus vidas sin esas discusiones largas y cansinas sobre la pureza de lo autóctono, o sobre la sacra inmutabilidad de las tradiciones. En estas semanas hay caramelos, castañas asándose, y en casa, bizcochos y compotas de manzana mientras escucho música.
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Saturar antes de usar 